La Redensificación cutánea es una técnica de rejuvenecimiento facial, sin cirugía, que proporciona en la piel una mejora en textura, luminosidad, elasticidad e hidratación.
Actualmente tenemos diferentes productos aprobados sanitariamente con esta finalidad como son:Ácido Hialurónico, Estimuladores de Colágeno e Hidroxiapatita cálcica.
La redensificación con ácido hialurónico no reticulado, estéril, transparente, de origen no animal y de alto peso molecular, ofrece un resultado muy natural, mejorando la piel, pero sin cambiar el aspecto en absoluto.
Entre sus ingredientes contiene 0,3% en masa de clorhidrato de lidocaína por sus propiedades anestésicas. Pero según la marca que se utilice en consulta podemos tener sustancias diferentes entre sus ingredientes como: hidratantes como la arginina, agentes antioxidantes como el glutatión, la n-acetil-cisteína y el ácido alfalipoico o un complejo dermorrestructurante formado por leucina, isoleucina, valina, glicina, lisina, treonina, prolina, vitamina B6, zinc y cobre.
Gracias a sus propiedades viscoelásticas, se propaga uniformemente en los tejidos cutáneos. Siendo biodegradable y se reabsorbe lentamente con el transcurso del tiempo.
Es un producto biocompatible, no alergénico ni inmunogénico, lo que hace que lo podamos usar con seguridad, en cualquier caso, incluso para ayudar en el tratamiento de algunas enfermedades cutáneas por su gran capacidad hidratante y regenerante.
Se realiza mediante micro inyecciones o infiltraciones en abanico con finísimas agujas o cánulas, según la zona a tratar: rostro, cuello y escote.
La aplicación del tratamiento en pieles jóvenes está indicado para la prevención de arrugas y la rehidratación de la piel del rostro, cuello y escote.
Mientras que, en pieles maduras, va a modificar la estructura cutánea puesto que restaura volúmenes de forma sutil, rellena las arrugas y los pliegues de la piel además de mejorar la hidratación cutánea, consiguiendo mayor luminosidad, mejorando la elasticidad y firmeza, se consigue un engrosamiento de la piel, así como una disminución de la rugosidad, consiguiendo así una textura más lisa y uniforme.
Los resultados son visibles desde la primera sesión.
Según el producto que se utiliza el protocolo es distinto y es importante tener en cuenta el caso de forma individualizada. Lo habitual es: 3 sesiones, con intervalos de 3 semanas, así conseguimos un resultado inmediato y acumulativo. Para mantenerse se puede repetir 1 sesión, a los 6 meses o tan pronto como se perciba su necesidad.
Es un tratamiento que se puede hacer en cualquier momento del año.
La capacidad del producto para revertir los marcadores de envejecimiento solar en la piel, lo convierten en un tratamiento ideal para después del verano, ya que compensa el daño solar y previene la deshidratación y la falta de tersura y luminosidad de la piel después de los excesos.
Si, ya que la inflamación que deja el tratamiento es mínima y los pinchazos son prácticamente imperceptibles a los pocos minutos, lo que permite mayor flexibilidad, al no interferir en nuestra vida cotidiana.
A lo sumo puede haber algún hematoma que se puede maquillar pasada unas horas.
Si usamos crema anestésica tópica para aumentar el confort, puede notar la zona adormilada durante un tiempo tras terminar la consulta.